Cuba ratifica su posición de principios de tolerancia cero ante el tráfico de drogas
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Cuba mantiene su determinación de tolerancia cero al tráfico de drogas y cumple de manera cabal con los instrumentos jurídicos multilaterales en materia de drogas aprobada por Naciones Unidas, destacó Alexis Batista Segrera, director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Justicia, (Minjus)
La Mayor de las Antillas es signataria, dijo Batista Segrera durante su participación en el Programa Mesa Redonda, de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes enmendada por el Protocolo de 1872 por Adhesión el 30 de agosto de 1962; del Convenio de Sustancias Psicotrópicas de 1971 por Adhesión en fecha 26 de abril de 1976 y del Convenio de Naciones Unidas contra el Tráfico Ilicito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1989, firmada el 7 de abril de 1989.
Sin embargo, acotó, aunque el propósito de las Naciones Unidas es combatir este flagelo, el consumo crece de tal manera que, tomando como base el año 2021, el número de drogadictos aumentó a 296 millones.
El cannabis o marihuana como también se le conoce, subrayó el especialista, es en la actualidad uno de los estupefacientes ilícitos de mayor consumo, su comercialización y cultivo crece, a contrapelo de los declarados objetivos de disminuir la drogodependencia mediante la legalización, para fines recreativos.
Al respecto abundó el directivo del Minjus, la comercialización de manera atractiva para los sectores más jóvenes de la sociedad ha contribuido a la pérdida de la percepción de riesgo y daños que la marihuana ocasiona para la salud.
No menos perjudiciales, aseguró Batista Segrera, es el también cultivo y consumo de otras drogas ilícitas como la cocaína; mientras alertó que la dependencia ocasionada por el uso de dosis excesivas de tramador, fuera de prescripción médica, puede ocasionar efectos similares al que deja la morfina.
¿Cómo erradicar el consumo de las drogas ilícitas?, se preguntó el director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Justicia, (Minjus), pues mediante la lucha contra los mercados donde se desarrolla el tráfico y la delincuencia organizada.
A la vez, puntualizó, educando a la población, explicándole los dañinos efectos que el consumo ocasiona para la salud, elevando la percepción del riesgo y trabajar sin descanso en la prevención social.
Es por ello que Cuba, en su declarado propósito de mantener su territorio libre del tráfico de estupefacientes creó la Comisión Nacional de Drogas el 3 de marzo del año 1989, mediante Acuerdo 30/ 72 del Consejo de Ministros.
La Comisión, declaró Batista Segrera, está presidida por el Ministerio de Justicia e integrada por representantes permanentes de los Ministerios del Interior, de Salud Pública, Educación, Educación Superior, de Relaciones Exteriores, la Aduana General de la República y la Fiscalía General de la República.
Estos organismos, expuso, tienen como misión perfeccionar los procedimientos de control, prevención, vigilancia y rehabilitación, sin sustituir en sus responsabilidades y funciones a las instituciones encargadas de estas tareas y a la vez contribuir al cumplimiento de los compromisos internacionales.
Entre sus principios defendidos, aseveró el directivo del Minjus, están los de prevención y educación de la sociedad con participación popular; Enfrentamiento directo; La preparación y capacitación de las fuerzas encargadas de hacer cumplir la Ley y la aplicación de un efectivo sistema jurídico y judicial.
Además, abundó, el control de los precursores y sustancias químicas bases, la reinserción social de las personas sancionadas por delitos vinculados a las drogas y la cooperación internacional.
Batista Segrera hizo referencia también a la aprobación de la Resolución 635 del Ministro de Justicia de noviembre de 2022, la cual actualizó los planes institucionales en materia de drogas, que implementa las bases metodológicas para la elaboración de los programas nacionales de cada organismo relacionados con esta materia.
La citada normativa, afirmó, unifica la elaboración de los programas nacionales para la prevención del uso de drogas desde la función institucional de cada organismo.
