El dolor del cual nació la disyuntiva de Patria o Muerte

Todavía conmocionados por el trágico sabotaje al vapor francés de La Coubre, que cobró la vida de centenares de cubanos, el pueblo en masas acompañó junto a su Líder los restos de los hermanos caídos en la criminal acción.

Aquel 5 de marzo del año 1960 quedó grabado para siempre en los anales de nuestra historia. En la misma esquina de 23 y 12, en el Vedado, Fidel, desde lo alto de un camión devenido improvisada tribuna, denunció el rol del gobierno de Estados Unidos en el acto terrorista y ratificó la decisión de la Revolución que encabezaba, de defender junto al pueblo las conquistas alcanzadas.

 Sabremos, dijo el Comandante en Jefe, resistir y vencer a cualquier agresor y de producirse, nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria, la de libertad o muerte, sólo que ahora libertad quiere decir patria y la disyuntiva nuestra sería patria o muerte.

 Ese día nació la consigna que acompañó el final de cada uno de los discursos del invicto Comandante. Ese día el pueblo de Cuba lanzó un viril mensaje a los agresores norteamericanos: Cada acción terrorista, cada intento de apoderarse de Cuba, se estrellará contra la voluntad de millones de cubanos dispuestos a defender su Revolución.

 Hoy, 63 años después, los métodos han cambiado, las continuas agresiones y sabotajes fueron sustituidos por medidas de guerra económica en tiempo de paz para tratar de rendir por hambre y enfermedad al pueblo.

 El férreo bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos contra Cuba es real, está ahí y hace daño, mucho daño. Por ello es tan importante recordar esta fecha, porque para los cubanos que aman su Revolución la disyuntiva sigue siendo la misma: Patria o Muerte. No hay de otra.