“Hoy el legado de Fidel es más necesario que nunca”

Nuestras voces son una demostración de que las ideas de hombres como Fidel, nunca podrán ser apagadas”

A pesar de las circunstancias actuales que vive Cuba y el mundo por la pandemia de Covid-19, las nuevas generaciones de la isla caribeña tenemos motivos suficientes para evocar su ideario.

Recordando las palabras de José Martí "la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”; el papel del ejemplo y el mérito en la formación comunista junto a la dimensión pedagógica del trabajo se evidenciaron  en él con un profundo humanismo, más allá de los límites de la nación, convirtió el conocimiento en

un fenómeno de masas; por siempre será el principal maestro y líder de la Revolución.

Estudiar el pensamiento de Fidel constituye el más alto honor de cada revolucionario

cubano en defensa de la Patria de nuestras conquistas y de su concepto de Revolución,

para garantizar ese mundo mejor al que tanta referencia ha hecho.

Nos corresponde a la presente generación garantizar la formación de las futuras generaciones, la presencia de su legado con hechos y realizaciones concretas y no como puro formalismo.

Fidel no ha muerto cada cubano digno nos convertimos en un soldado de sus ideas y así la defenderemos mientras exista el planeta tierra. Fidel puso a Cuba en el mapa del mundo y demostró a los pueblos que un mundo mejor es posible donde prime la igualdad y la justicia social, nos dejó una enseñanza permanente a los jóvenes que se fortalece como un Caguairán.

 Recordaremos siempre a ese líder como una epopeya de todos los tiempos para la humanidad; por su capacidad para prever acontecimientos futuros, por el carácter multifacético de su pensamiento, por la trasparencia sin manchas de su conducta política y moral durante toda su vida y obra, por su espíritu rebelde y su intransigencia revolucionaria con el enemigo imperialista, por su liderazgo, su capacidad aglutinadora, de conducir a las grandes masas en la realización y concreción de las metas y objetivos revolucionarios, por la capacidad de predicar con su ejemplo.

El garantizó un sistema político que permitió el desarrollo de todas las esferas de la sociedad, promovió el internacionalismo proletario y la solidaridad con todos los pueblos, nos enseñó que el único camino de nuestros pueblos es la unidad y la integración.