Convertir las flores en espinas si fuera necesario defender la patria agredida

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Ministerio de Justicia
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Todavía recuerdo la fecha. El ómnibus de la escuela, normalmente en silencio, literalmente explotó de felicidad.  Los profesores se abrazaron. El claxon sonó insistentemente. En medio del clamor solo se escuchaba una frase: ¡Apareció Camilo!

 Tenía apenas seis años aquel 28 de octubre del año 1959, pero recuerdo cada instante con nitidez.

 De Camilo Cienfuegos Gorriarán, nuestro Camilo, no sabía mucho. Tan solo lo que nuestros padres y abuelos nos contaban, sobre todo historias acrecentadas en los aciagos días de infructuosa búsqueda.

 Camilo es un héroe que ama a los niños. Fue una de las frases que más escuché, mientras  otros recordaban su irrupción en el cuartel Columbia, hoy Ciudad Libertad, para, mandarria en mano, demoler  los simbólicos cimientos de la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista.

 Anécdotas fueron muchas, narradas incluso desde la esperanza de que apareciera y bajo la negación de la pérdida de un líder de su talla.

 El final de aquel día de jolgorio en la escuela fue triste. Los abrazos se deshicieron,  el llanto sustituyó la alegría inicial. La noticia de la aparición del Héroe de Yaguajay fue falsa.

Sin embargo, a lo largo de estos últimos 63 años algo hemos aprendido: Camilo no despareció jamás. Simplemente dejamos de verlo con su sombrero alón a la vera de Fidel haciendo Revolución,  construyendo una sociedad mejor, imponiéndose  a las enormes dificultades propias de un proceso transformador.

 Desde entonces cedió la tristeza. Camilo es un símbolo y los Símbolos no mueren. Por tanto, no puede llorarse eternamente a quien vive en la obra de la patria y en el corazón de su pueblo.

 Hoy llevaremos flores al mar en un acto de amor y reconocimiento, pero en esa entrega, renovaremos la convicción de continuar libres, de retomar la obra inconclusa y llevarla a feliz término de la mano de una generación que comprendió que llegó su hora y aceptó con decisión y valentía el reto.

 Con el homenaje a este hombre inmenso va otro mensaje a los enemigos de siempre: esas flores que navegan en búsqueda del héroe llevan impresa la decisión de Patria o Muerte y la voluntad de convertir sus pétalos en espinas si fuera menester defender la patria.

 

Etiquetas
Camilo Cienfuegos Gorriarán
Fuente
Enrique Valdés

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