Festejos por el Primero de Mayo

 Una jornada distinta

Este será sin dudas un Primero de Mayo diferente. No habrá masivos desfiles, ni la histórica Plaza de La Revolución José Martí retumbará bajo los entusiastas pasos de un pueblo que cada año, por esta fecha, renueva su compromiso de trabajar por una patria mejor.

 La situación económica mundial, agravada tras la pandemia de la COVID- 19 y el conflicto entre Rusia y la OTAN en Ucrania, que pone al mundo al borde de la III Guerra Mundial, agravan la situación de decenas de millones de obreros en el planeta y convierten la fecha en reclamos y exigencias de urgentes medidas que frenen este posible holocausto.

 Para Cuba, que sufre el recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos, la situación también es compleja, sin embargo ¿constituye ese un motivo para desmovilizarnos? ¿Dejaremos de festejar las conquistas ganadas a fuerza de independencia y dignidad?

 Ciertamente, aunque nuestra Plaza de los grandes momentos no sea el epicentro de la gran celebración, la presidirá de manera simbólica y desde allí Martí y Fidel seguirán marcando el rumbo de la bitácora libertadora.

 Y nos reuniremos todos en la conocida Piragua junto a nuestro presidente y demás miembros del Gobierno y del Partido Comunista de Cuba; nos reuniremos también en los barrios, en los sitios más emblemáticos de cada provincia y territorio y desde allí lanzaremos al mundo un mensaje de unión y apoyo al proceso de continuidad de la Revolución.

 Será una respuesta masiva que no dejará lugar a dudas de cómo piensa, siente y crea el pueblo cubano, aunque este se perciba como un Primero de Mayo distinto.

El Día Internacional de los Trabajadores encontrará a un pueblo defendiendo sus calles con la convicción de un futuro digno y la certeza de que ser sujeto de este proceso no está directamente vinculado a una marcha, concentración o acto, sino a la voluntad individual de cada ciudadano de acoger como suya la propuesta y defenderla con uñas y dientes si la ocasión lo ameritara.

 Desde el Ministerio de Justicia sus trabajadores ratifican la disposición a ocupar sus puestos en las distintas celebraciones, mientras, como homenaje a la trascendental efeméride, han desarrollado un grupo importante de actividades.

 Entre esas, donaciones masivas de sangre, intercambio con las secciones sindicales para debatir temas medulares como el del desempeño de los trabajadores en las nuevas modalidades de empleo, así como la necesidad de avanzar en la inmensa obra de equidad y justicia social alcanzada desde el triunfo del Primero de Enero del año 1959.

 Cada cubano, desde su trinchera, convertirá esta fecha en una jornada histórica. De eso no caben dudas.

A la Patria Manos y Corazón