Intervención de la Delegación de Cuba al XIV Congreso de Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal, Kioto, Japón.

Señor Presidente:

Permítame comenzar denunciando que la plataforma que utilizar  los participantes para  conectarse  a este importante Congreso, tiene su acceso prohibido para Cuba por motivos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra nuestro país.   

Presidente lo felicito por su elección para presidir las sesiones de trabajo,  también, felicitamos a los miembros de la mesa y les expresamos el total apoyo de nuestra delegación.

Igualmente, quisiéramos agradecer al gobierno de Japón y al Comité Organizador del Congreso, por los esfuerzos realizados en la planificación de este importante evento a pensar de las dificultades que nos han impuesto la situación mundial provocada por  la COVID- 19.

Estos  Congresos, tienen un impacto global positivo  en la concertación y promoción de  políticas de justicia penal,  en el fortalecimiento de  los procedimientos   y las prácticas profesionales de los Estados miembros. Revisten una importancia decisiva para enfrentar la delincuencia organizada y otros delitos conexos,  que nos exige priorizar  la colaboración y la asistencia penal internacional, respetando, los principios de soberanía, no injerencia y no intervención  de los Estados.

Reconocemos  la responsabilidad estatal de respetar y defender la dignidad humana, los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas, en particular las afectadas por la delincuencia y las que entran en contacto con el sistema de justicia penal.

En Cuba existe una firme voluntad política que nos  permite desarrollar un sistema de justicia penal eficaz, imparcial, participativa y humana que se sustenta sobre las normas del debido proceso legal, reconocido en nuestra Constitución junto a la inclusión de todos los sectores de la sociedad, mediante la igualdad de trato ante la ley y la no discriminación.

Señor Presidente:

No podemos concebir sociedades justas, sin el logro de un desarrollo sostenible, sin patrones de crecimiento económico inclusivos y sin preservar el medio ambiente. Cuba considera que entre las causas estructurales que conllevan a la ejecución  de delitos se encuentran la pobreza, el subdesarrollo, la exclusión social y la falta de oportunidades que prevalecen en la inmensa mayoría de los países, debido al actual injusto orden económico internacional.

Reiteramos el papel central de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) como entidad rectora para  brindar coherencia a la respuesta internacional en materia de prevención y lucha contra la delincuencia organizada transnacional.

Debemos trabajar   en   armonizar  las leyes y los sistemas penales para la prevención y enfrentamiento  a la corrupción, la trata de personas,  el tráfico de migrantes, el tráfico de armas, sus piezas y componentes y al tráfico, producción y consumo de sustancias prohibidas, en pleno respeto a las legislaciones nacionales y a la soberanía de los Estados.  

Señor Presidente:

Finalmente, Cuba rechaza y condena todos los actos, métodos y prácticas terroristas, en todas sus formas y manifestaciones. Expresamos nuestro enérgico rechazo a la injusta  y arbitraria inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo de los Estados Unidos a pesar de que somos  un Estado víctima de actos terroristas perpetrados durante años por el gobierno norteamericano o por individuos y organizaciones que operan desde ese territorio  con tolerancia de las autoridades. 

Muchas Gracias.