La Tarea Ordenamiento y su impacto en el desarrollo de Cuba

Si alguna duda pudiera quedar sobre el importante rol que la Tarea Ordenamiento desempeña en el desarrollo económico y social de la nación, bastarían los histéricos ataques provenientes de la “prensa independiente” y de los enemigos de la Revolución para validarla.

Después de más de seis décadas de brutal hostigamiento, guerra económica, persecución financiera, ¿podría alguien en su sano juicio considerar que esos mismos actores ataquen algo que según ellos va a destruir al país? La respuesta es obvia.

 Es cierto, y eso lo ha reconocido hasta el propio Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, que en un inicio no se aplicaron correctamente algunas de las cuestiones que sí estaban bien diseñadas; es cierto que también hubo distorsiones, que en algunos funcionarios no primó el pensar como país y a favor de la población.

Pero lo que sí es innegable, es que la Tarea Ordenamiento tiene entre sus principales objetivos defender la justicia social a partir de subsidiar a las personas más vulnerables, sin el llamado igualitarismo que tanto daño ha hecho en los últimos tiempos.

 Y es precisamente ajustado a estos criterios que la dirección del Estado y el Gobierno permanecen atentos a las opiniones del pueblo y corrigen errores detectados en la implementación de la Tarea, cuestión demostrada en la práctica con la modificación de varias normas jurídicas, sobre todo que aprobaban tarifas de servicios como la electricidad e incluso los servicios jurídicos.

Y eso es precisamente lo que preocupa a los enemigos. Poco a poco esta política se consolida, corrige lo necesario en cualquiera de los sectores y actores de la economía, incrementa las ofertas laborales, abre espacios para el diálogo y el debate bien intencionado, todo lo cual no encaja en los planes desestabilizadores del imperio y sus lacayos.

El Ministerio de Justicia ha adoptado importantes medidas que garantizan la calidad de los servicios y los acercan a la realidad de la Tarea.

A partir de la entrada en vigor de la nueva política, el Minjus adecuó las tarifas a la tasa de cambio de CUC a CUP establecida, siempre con las miras puestas en salvaguardar los intereses de los sectores poblacionales más vulnerables y proteger los actos de especial sensibilidad, como es el caso del testamento, por ejemplo, por la seguridad jurídica que implica.

A casi cuatro meses del inicio de la Tarea Ordenamiento las sombras comienzan levemente a disiparse, aunque el camino de su implementación aún exige de mucha comprensión, paciencia y entrega, por parte de todos y todas.