Una Revolución que ha trascendido a su tiempo

 Aquel 31 de diciembre del año 1958 nada parecía distinto. Faltaban los motivos para el festejo y solo nos mantuvimos despiertos para, como dijo mi abuela al lanzar el cubo de agua hacia la calle, pedir que con el año se fueran también estos hijos de p…que enlutaban el hogar.

Todavía me veo sentado en el muro, con mis doce uvas- un por mes- preguntándole a todos mis mayores las razones de la tristeza en un día supuestamente de fiesta.

La explicación me llegó esa madrugada cuando gritos de alegría contrastaron con el dolor de apenas unas horas antes: “Se cumplió coño lo que pedimos… Se cayó Batista” y así entre besos y abrazos de mis padres y abuela comprendí que en lo adelante todo podría ser distinto.

 Y así fue.

 De la mano de mis familiares más queridos aprendí el significado de la palabra Revolución. Y más que eso, me sumé a todo cuanto mi corta edad me permitió realizar.

 Fueron tiempos hermosos, vividos muy de prisa porque las transformaciones que se necesitaban para mejorar la nación necesitaban de esa impronta ágil.

Ese Primero de Enero cambió la dinámica de la casa. Crecí en medio de inmensas dificultades. Acompañé a nuestro Líder Fidel en cuanta tribuna fue posible. Lloré juntó a mi pueblo cuando la voladura del avión de Barbados nos privó de un grupo importante de nuestros mejores hijos. Participé de aquel hito que permitió el regreso el niño Elián a su patria después de permanecer secuestrado por la mafia de Miami. Viví intensas, intensísimas jornadas de reafirmación revolucionaria.

Viví también con la palabra Bloqueo complementando nuestro cotidiano quehacer y aprendí de Fidel la importancia de no claudicar jamás ni de violar los principios éticos que sustentan los pilares de la nación.

 Este Primero de Enero, cierro los ojos y me trasporto a aquel discurso pronunciado por el Comandante en Jefe en el entonces campamento Columbia- hoy Ciudad Libertad- en el cual advirtió que en lo adelante todo sería más difícil, porque aunque en realidad es como lo vaticinó, también ha sido distinto.

 Hoy nos enfrentamos a la subversión interna, a los eternos enemigos del norte, a los traidores. A quienes prefieren mirar hacia el lado para no ver las verdaderas razones de las penurias y reclaman lo imposible a la víctima mientras aplauden al victimario.

 Vivimos tiempos difíciles. No obstante, este aniversario 65 del triunfo de la Revolución marcará otra vez los derroteros de victoria y nos hará marchar hacia la consolidación de la independencia, aupados por la bandera de la estrella solitaria.

 Desde el Ministerio de Justicia todos sus trabajadores están comprometidos, en este difícil momento a mejorar la calidad de los servicios jurídicos que se prestan, a combatir la indisciplina y la corrupción donde quiera que se manifieste y a ser consecuentes con el concepto de Revolución concebido por nuestro Comandante en Jefe.

 A la vez, fieles a nuestra tradición, nos sumamos a la defensa de la unidad revolucionaria como vía para salvaguardar nuestras conquistas en momentos en el que el poderoso enemigo se afana con saña por destruirla.

 Hoy hacemos nuestras las palabras pronunciadas por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución, con motivo del Aniversario 65 del triunfo de la Revolución, en el parque Céspedes, Santiago de Cuba, el pasado Primero de Enero:

“La unidad es nuestra principal arma estratégica; ha permitido a esta pequeña isla salir airosa en cada desafío; sustenta la vocación internacionalista de nuestro pueblo y sus proezas en otras tierras del mundo, siguiendo la máxima martiana de que patria es humanidad. ¡Cuidemos la unidad más que a la niña de nuestros ojos! No tengo duda de que así será. Estoy convencido de que los Pinos Nuevos, nuestra combativa juventud, así lo garantizará.

“La unidad formada por el Partido, el Gobierno, las organizaciones de masas y todo nuestro pueblo, y como parte de este los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, es el escudo contra el que se estrellarán, una vez más, todos los planes subversivos del enemigo, que incluyen desde el uso sistemático de la mentira hasta el terrorismo.”